Contenidos teoricos sobre las fuerzas de la oclusión.
Las fuerzas de la oclusión
Las fuerzas ejercidas en los dientes pueden provenir de la musculatura y de los dientes adyacentes y en oclusión así como de otros elementos interpuestos y están en equilibrio cuando las fuerzas ejercidas sobre él están balanceadas, lo cual incluye las que actúan sobre la corona y sobre la raíz, procedentes de los fluidos y estructuras adyacentes, el aparato dentario está adaptado para recibir fuerzas de cierta duración como las generadas durante las funciones de la masticación, deglución y habla, cuya duración no excede a un segundo debido a que su sistema de inserción constituye un verdadero aparato de amortiguación muy efectivo, diseñado precisamente para soportar las fuerza provenientes de oclusión. Ellas provienen un mecanismo para disipar las fuerzas oclusales de corta duración, evitando que los dientes se intruyan de manera permanente o que se muevan bucal o lingualmente por efecto de dichas fuerzas. En caso de presiones muy fuertes, son de corta duración y no son capaces de alterar el equilibrio.
Después de varias investigaciones donde se midieron las fuerzas producidas por los diferentes elementos que conforman el aparato dentario, Proffit presento conclusiones de importancia al considerar como los factores primarios en el equilibro dental, a la musculatura peribucal en reposo y a la actividad metabólica dentro del ligamento periodontal, semejante a la fuerza de erupción.
También se deben ser consideradas las conclusiones presentadas por Weinstein y cols:
- Las fuerzas ejercidas sobre la corona de los dientes por los tejidos blandos vecinos pueden ser suficiente para causar movimientos de la misma manera que los producidos por los aparatos ortodóncicos.
- Las fuerzas ejercidas sobre un cuerpo procedente de los elementos que le ordenan deben estar en equilibrio, de manera que la resultante de todas ellas sea igual a cero.
- Cada elemento de la dentición puede tener más de una posición de equilibrio estable dentro del sistema del ambiente natural.
Fuerzas diferenciales, aun cuando sean de poca magnitud, pueden causar daños importantes en la posición de los dientes. Tal es el caso, por ejemplo, de la postura de la lengua al interponerse entre los arcos dentarios en estado de aparente reposo.